Hace unos meses os comenté que estaba con un nuevo proyecto de decoración; la casa de mi hija
Paula. Se independizaba y tenía ganas de una casa con inspiraciones industriales pero a la vez muy decadente y afrancesada y, con esta idea nos pusimos manos a la obra.
Lo primero que tenía claro es que el blanco tenía que ser el protagonista. Como podéis ver los genes tienen mucho que ver, adora el blanco tanto como yo. Todos los rincones de su casa son blancos impolutos, desde los suelos hasta las paredes y puertas. Queríamos que la casa estuviese decorada hasta le último detalle para poder enseñárosla paso a paso, y como sabéis los pequeños detalles que hacen la diferencia, se van poniendo poco a poco.
Hoy os enseño la habitación. A Paula no le gustan los ambientes muy recargados así que todo es bastante minimalista, pero va acorde con la casa. Si se recarga pierde la gracia. El cuarto es muy pequeñito, cabe la cama y un pequeño armario, así que la cama y las cortinas tienen que ser diferentes y románticas para recrear este pequeño espacio. La cortina se la hice yo: encajes en el visillo y flores brocadas en la cortina. Otra vez todo blanco.
La cama está impregnada de cojines y almohadones de croché, encaje, plumas y seda de diferentes tamaños y un estilizado candelabro de hierro antiguo con una vela, también blanca, acompaña uno de los laterales. Las paredes no se aprecian en esta foto, pero en uno de los laterales tiene enmarcados unos recortables de vestidos antiguos dibujados por mi madre. Quedan preciosos.
¿Qué os parece la cama?, ¿Cómo decoraríais vosotros una habitación tan pequeñita?
¡Espero que os haya gustado! En el próximo post os enseñaré otro rincón de su casa ;)